Escucha, mi bien amada Las coplas de mis endechas Compuestas de dulce aroma De un mundo sin frenesí En tu nombre recogí Manojo de flores vivas De delicada ambrosía María Gloria, para ti
Eres mi estrella temprana Mi celestial blanca guía La que encamina mi vida Al anhelado vergel Te imploro déjame ser Mi bella infanta risueña El esclavo que resguarda Las virtudes de tu ser El esclavo que resguarda Las virtudes de tu ser
Escucha mi serenata Llena de armonía sublime Perfumada con el polen De jazmines de mi lar Ábreme tu ventanal Siente la brisa del este Muero por verte un instante Divina luz auroral
Vengo a ofrecerte, mi diosa Mi corazón de ternura Bendiciendo tu hermosura Tus quince abriles de amor Me alegra el alma tu voz De incomparable dulzura Y enamorado, sin duda Te canta tu soñador
Te dejo adornar tu alcoba Con estas flores del campo Ya el Sol se asoma alumbrando El precioso amanecer Aquí te ofrendo, mi bien Mis augurios venturosos Con mil besos amorosos Todo mi inmenso querer
Al despedirme contento Mi espléndida soberana Oye mis cuerdas sonoras Cual un coro angelical Me llevaré tu mirar Y acuérdate, María Gloria Que con delirio te adora Tu apasionado zorzal Que con delirio te adora Tu apasionado zorzal