Dos almas que en el mundo 
 Había unido Dios 
 Dos almas que se amaban 
 Eso éramos tú y yo 
    Por la sangrante herida 
 De nuestro inmenso amor 
 Nos dábamos la vida 
 Como jamás se dio   
 Un día en el camino 
 Que cruzaban nuestras almas 
 Surgió una sombra de odio 
 Que separo a los dos   
 Y desde aquel instante 
 Mejor fuera morir 
 Ni cerca ni distante 
 Podemos ya vivir