Parece que no, que no ama que no adora Que rehusa la mirada del Sol Solita verá Se acordaba de los pasos, de los pasos en falso Del engaño que algún día sufrió Solita vendrá No lloraba no, no mojaba sus mejillas No gustaba del sonido del mar Quién fuese su mar Su juego, su esclavo, el vino en el buche Sus ojos mi espera Su hambre de amores, sus tristes dolores Su simple confesor Su rato de ocio, el vaso hasta el fondo La lluvia en su piel