Ya no puedo escapar del fango
Si agito los pies por salir
Me hundo más cada vez
Hasta el fondo, sí
Y descanso mi cuerpo en el pasto
Porque esta isla está hecha por mí
Yo mezclé el agua con la tierra
Salí de vez en cuando a las yerbas
A contemplar las arrugas del aire
A acariciar tus mejillas de arena
Y... Voy como la sombra envenenada
Que se aleja de este mundo
Como punta de una flama
Que se aísla hasta morir
Merezco, me merezco
Que alguien se acuerde de mí
Que alguien se acuerde de ti
Que alguien se acuerde de mí
Yo soy la piel del camaleón
Soy el mar convirtiéndose en luz
Y algún espejo desierto
Las mañanas son un martirio
Por la tarde cuento piedras
Y les pinto rostros de amigos
A las gotas saladas
Que levitan sin regar las plantas
Y en la noche pienso en el lirio y en las grietas
Y... Voy como la sombra envenenada
Que se aleja de este mundo
Como punta de una flama
Que se aísla hasta morir
Merezco, me merezco
Que alguien se acuerde de mí
Que alguien se acuerde de ti
Que alguien se acuerde de mí
(En este momento nos encontramos sobrevolando la isla de Cetlakatlán)
(Rodeada por ese mar oscuro que ha devorado a tantas almas)
(Por favor colóquese el paracaídas y diríjase hacia la rampa de expulsión)
(Le recordamos que bajo ninguna circunstancia puede usted permanecer a bordo)
(Gracias por volar con nosotros y que tenga un buen aterrizaje)
Y voy como la sombra envenenada
Que se aleja de este mundo
Como punta de una flama
Que se aísla hasta morir
Merezco, me merezco
Que alguien se acuerde de mí
Que alguien se acuerde de ti
Que alguien se acuerde de mí
Ya no puedo escapar del fango
Si agito los pies por salir
Me hundo más cada vez
Ya no puedo escapar del fango
Si agito los pies por salir
Me hundo más cada vez
Ya no puedo escapar del fango
Si agito los pies por salir
Me hundo más cada vez
Ya no puedo escapar del fango
Si agito los pies por salir
Me hundo más cada vez