Una llaga podrida era mi vida Y tirado entre la basura tú me encontraste Y ahí extendiste tu mano y me levantaste Para curar mis heridas, que con amor me sanaste
Que mal agradecido fueras tú, sí, a mi Cristo dejares Y que cobarde fuera yo si de aquí me regresaré Estoy a medio camino de la jornada Para llegar a Canaán donde será mi morada
Perdona Señor Jesucristo, soy desobediente Y quisiera expresarte con canto, lo que mi alma siente Quisiera decirles que sanas a todas las gentes Que has transformado mi vida, y ahora soy diferente