La primer flor en mi jardín, rayo de luz sobre mi atril, sonrisas del invierno en mis cielos internos.
Tal vez, será que estás aquí para ayudarme o descubrirme entero. Besé los poros de tu piel, lenguas de fuego guaraní.
Las voces ancestrales, se escuchan en mi cuerpo. Quizá viniste a mi para mirarme en tu sabio espejo.
Mensajera del Sol das calor al dolor y valor a mis miedos. Me atreví a cantar lo que me hizo mal y no como te quiero.
Maternidad morena, vientre azul en Luna llena, presagios de guerreros, brujas y hechiceros. La sangre que dejaste aquí riega mi suelo con gotas de cielo.
Si quiero un beso de verdad, de esos que no pude comprar, libre como el viento, antigüo y siempre nuevo no tengo mas que dejar ser lo que seré desnudo y verdadero.