Seis de la mañana acá en La Habana,
 
 el gallo no ha cantado porque no le da la gana,
 
 y la semana empieza,
 
 y los dolores de cabeza llaman.
 
 Comienza la Odisea de la vida cotidiana.
 
  
  Yo vivo de la lengua y de la narración,
 
 yo no me meto ni en política, ni en religión.
 
 Yo no aparezco en los registros de ninguna graduación.
 
 Soy mentiroso empírico y de profesión.
  
 
 Tengo una esquina
 
 entre Empedrado y Lengua Viperina.
 
 Un semáforo y un banco es lo que tengo de oficina.
 
 Sin pena...
 
 Si tu problema es la mujer,
 
 no tienes nada que decir y andas perdío desde ayer.
 
 Un X-File yo te puedo hacer,
 
 vino un marciano te raptó y no te quería devolver.
  
 
 Dime mamita, ¿Qué es lo que necesitas?
 
 ¿Te vieron con el otro y ahora estas embarca´ita?
  
 
 Necesito su nombre completo, su firma, su foto, nacionalidad.
 
 Te lo pongo de padre, de abuelo, de tío, de primo o sin identidad.
 
 Yo no quiero problemas con los mentirosos,
 
 yo vivo del cuento pero soy sabroso.
  
 
 ¡Punto, carae´guante, lengualarga, mentiroso!
 
 Me dicen en la calle to´esa pila de envidiosos.
 
 ¡Punto, carae´guante, lengualarga, mentiroso!
 
 Yo soy el consejero del marido revoltoso.
 
 ¡Punto, carae´guante, lengualarga, mentiroso!
 
 ¿Dónde vas a meterte si digo lo que vi?
 
 ¡Punto, carae´guante, lengualarga, mentiroso!
 
 Yo no le hago daño a nadie,
 
 así que no hablen mal de mí.
  
 
 ¡Ay Dios!
  
 
 Señores voy a contarles lo que me pasó en mi casa,
 
 que sembré una calabaza y me salió misteriosa.
 
 Ni una ceiba portentosa pudo su guía igualar.
 
 Ahora les voy a contar de la calabaza mía.
  
 
 La abrí y adentro tenía quinientas habitaciones,
 
 como mil puercos cebones
 
 y otros objetos de cría.
 
 Una arboleda existía de mangos y marañones.
 
 Había una oveja, un pastor, cien mil matas de chayote
 
 y en la esquina había una vieja empinando un papalote.
  
 
 ¡Punto, carae´guante, lengualarga, mentiroso!
 
 Me dicen en la calle to´esa pila de envidiosos.
 
 ¡Punto, carae´guante, lengualarga, mentiroso!
 
 Yo soy el consejero del marido revoltoso.
 
 ¡Punto, carae´guante, lengualarga, mentiroso!
 
 ¿Dónde vas a meterte si digo lo que vi?
 
 ¡Punto, carae´guante, lengualarga, mentiroso!
 
 Yo no le hago daño a nadie,
 
 así que no hablen mal de mí.
  
 
 Te invento una mentira en dos minutos,
 
 y mami no disfruto porque vivo de la historia.
 
 Ve y pregúntale a Gloria lo que le pasó aquel día
 
 que la vi en Quinta Avenida escapada del marido.
 
 Vino y habló conmigo pa´que la justificara
 
 y yo le dije ¡mama para!
 
 Lo tuyo es un relajo,
 
 tu macho es socio mío
 
 así que vete pa´l trabajo.
  
 
 Ella propuso entonces pagar con intereses,
 
 y darme a mí lo mismo que ya ha da´o muchas veces.
 
 Y men la carne es débil,
 
 debo reconocer que me costó trabajo
 
 darle el bate a esa mujer.
 
 Viré la cara entonces, dándola por perdida,
 
 y sentí muchas voces a mi espalda que decían.
  
 
 ¡Punto, carae´guante, lengualarga, mentiroso!
 
 Me dicen en la calle to´esa pila de envidiosos.
 
 ¡Punto, carae´guante, lengualarga, mentiroso!
 
 Yo soy el consejero del marido revoltoso.
 
 ¡Punto, carae´guante, lengualarga, mentiroso!
 
 ¿Dónde vas a meterte si digo lo que vi?
 
 ¡Punto, carae´guante, lengualarga, mentiroso!
 
 Yo no le hago daño a nadie,
 
 así que no hablen mal de mí.
  
 
 ¡Ay Dios!