Soy de la Caballería, soldado y huaso de Chile, sirvo mi Arma con amor. Con húsares y dragones, lanceros y cazadores, defiendo mi pabellón.
Como un tropel de centauros, envueltos en polvo y hierro, atravesamos la Patria, en un galope guerrero.
¡Los ponchos a la cintura! ¡Los sables desenvainar! ¡Por Dios y Santa María, carguen la Caballería, galope, carrera, mar! Carguen la Caballería, Galope, carrera, mar.
Bajo de la fornitura, terciada sobre mi pecho, palpita mi corazón. Y en la punta de mi lanza, herida por las estrellas. va volando mi pendón.
Cuando tocan los clarines, su llamada electrizante, nos lanzamos a la carga, con las lanzas centelleantes.
¡Los ponchos a la cintura! ¡Los sables desenvainar! ¡Por Dios y Santa María, carguen la Caballería, galope, carrera, mar! Carguen la Caballería, Galope, carrera, mar.