Un día él llegó tan diferente de su antiguo modo de llegar Y la miró con mucho más ternura de su antiguo modo de mirar No maldijo a la vida tanto como maldecía antes al hablar Ni la dejó sola y callada y ella oyó asombrada cuando la invitó a pasear
Entonces fue a ponerse linda como hacía tiempo no solía estar Con su vestido escotado oliendo a guardado de tanto esperar Después se tomaron del brazo como lo habían hecho mucho tiempo atrás Y llenos de ternura y gracia fueron a la plaza y se empezaron a abrazar
Y allí danzaron tantas danzas que la vecindad entera despertó Y la felicidad fue tanta que la ciudad toda se iluminó Y fueron tantos besos locos, tantos gritos roncos como no se oían ya Que el mundo comprendió y el día amaneció en paz