Yo tengo un marido
 
 más antiguo que el minué
 
 todo lo que es moda
 
 le hace efecto de fernet,
 
 y como es de suponer
 
 contrariarle es mi placer
 
 y de esta manera
 
 él me suele reprender:
 
  
  Isabel, por favor te lo pido,
 
 esta vida no puede seguir;
 
 considera que soy tu marido
 
 ante Dios y el Registro Civil.
 
 Isabel mira bien lo que haces,
 
 mira bien ¡Isabel, Isabel!...
 
 Dame un beso y hagamos las paces
 
 que tu boca, ¡tu boca es de miel!
  
 
 Con un primo mío
 
 yo aprendo a boxear
 
 y los golpes bajos
 
 son lo que me gustan más.
 
 Pues mi esposo, justo allí,
 
 no me puede resistir...
 
 y cuando lo ataco
 
 suele suplicarme así:
  
 
 Isabel, por favor te lo pido,
 
 esta vida no puede seguir;
 
 considera que soy tu marido
 
 ante Dios y el Registro Civil.
 
 Isabel mira bien lo que haces,
 
 mira bien ¡Isabel, Isabel!...
 
 Dame un beso y hagamos las paces
 
 que tu boca, ¡tu boca es de miel!
  
 
 Porque me he cortado
 
 melenita a la garzón,
 
 en los tribunales
 
 pedirá separación.
 
 Pero viendo, a su pesar,
 
 que me burlo sin cesar
 
 de sus amenazas,
 
 así vuelve a suplicar:
  
 
 Isabel, por favor te lo pido,
 
 esta vida no puede seguir;
 
 considera que soy tu marido
 
 ante Dios y el Registro Civil.
 
 Isabel mira bien lo que haces,
 
 mira bien ¡Isabel, Isabel!...
 
 Dame un beso y hagamos las paces
 
 que tu boca, ¡tu boca es de miel!