De lejos se distinguen Sus cerros azulados Que brindan esperanzas Al prado occidental Regando su frescura Vergeles de casado Despertando a las flores Las áureas otoñal
Los rayos matinales Relámpagos de oriente Esparce allí bendito Flamígero esplendor Y en pos el Sol se asoma Dorado reluciente Rimando sus reflejos Diana del amor
¡Oh! Selva bendecida De argento florecido ¡Oh! Playa venerada De rútilo panal Yo alígero te envío Mi trova aquí nacida De un alma que soñaba Su culto ideal
¡Oh! Selva deliciosa De lírica natura Lugar es del ensueño Que ofrece inspiración Donde las aves cantan Vagando en las llanuras Donde el trovero entona Nostálgica canción
Su selva perfumada De mágicos encantos Esbelto paisaje Que es todo un vivo imán Vestida como el cielo De azul níveo manto Se ve en la lejanía Las alturas de Galván
En blancas alboradas En su campiña ufana Comienza su salmodia El triste makagua Y mientras en los pantanos Alerta lo acompaña Al son de su repique El acuático chahã
Allí la roja aurora Con su fresco risueño Destila el rocío Del cielo del zafir Y mecen en el cierzo Los huertos casadeños Rayando en los confines El febo del abril
¡Oh! Playa encorolada Yo sincero te canto Poema que ha brotado De ubérrima deidad Y en tu pensil abierto La flor de mi quebranto Que en su pétalo encierra Mi juvenil edad