Esas tierras del rincón 
 Las sembré con un buey pando 
 Se me reventó el barzón 
 Y sigue la yunta andando 
    Cuando llegué a medias tierras 
 El arado iba enterrado   
 Se enterró hasta la telera 
 El timón se deshojó 
 El yugo se iba pandeando 
 El barzón iba rozando 
 El sembrador me iba hablando 
 Yo le dije al sembrador 
 No me hable' cuando ande arando 
 Se me reventó el barzón 
 Y sigue la yunta andando   
 Cuando acabé de piscar 
 Vino el rico y lo partió   
 Todo mi maíz se llevó 
 Ni pa' comer me dejó 
 Me presenta aquí la cuenta 
 Aquí debes veinte pesos 
 De la renta de unos bueyes 
 Cinco pesos de magueyes 
 Una nega, tres cuartillos 
 De frijol que te prestamos 
 Una nega, tres cuartillos 
 De maíz que te habilitamos 
 Cinco pesos de unas fundas 
 Siete pesos de cigarros 
 Seis pesos no sé de qué 
 Pero todo está en la cuenta 
 Además de los veinte reales 
 Que sacaste de la tienda 
 Con todo el maíz que te toca 
 No le pagas a la hacienda 
 Pero cuentas con mis tierras 
 Para seguirlas sembrando   
 Y ahora vete a trabajar 
 Pa' que sigas abonando   
 Nomás me quedé pensando 
 Sacudiendo mi cobija 
 Haciendo un cigarro de hoja 
 Ay, qué patrón tan sinvergüenza 
 Todo mi maíz se llevó 
 Para su maldita troje 
 Se me reventó el barzón 
 Y sigue la yunta andando   
 Cuando llegué a mi casita 
 Me decía mi prenda amada   
 ¿'Ontá el maíz que te tocó? 
 Le respondí yo muy triste 
 El patrón se lo llevó 
 Por lo que debía en la hacienda 
 Pero me dijo el patrón 
 Que contara con la tienda   
 Ahora voy a trabajar 
 Para seguirle abonando   
 Veinte pesos, diez centavos 
 Unos que salgo restando 
 Me decía mi prenda amada 
 Ya no trabajes con ese hombre 
 Nomás nos está robando 
 Anda al salón de sesiones 
 Que te lleve mi compadre 
 Ya no le hagas caso al padre 
 Él y sus excomuniones 
 ¿Que no ves a tu familia 
 Que ya no tiene calzones? 
 Ni yo tengo ya faldilla 
 Ni tú tienes pantalones 
 Nomás me quedé pensando 
 ¿Por qué dejé a mi patrón? 
 Me decía mi prenda amada 
 Que vaya el patrón al cuerno 
 Como estuviéramos de hambre 
 Si te has seguido creyendo 
 De lo que te decía el cura 
 De las penas del infierno 
 ¡Viva la revolución! 
 ¡Muera el supremo gobierno!   
 Se me reventó el barzón 
 Y siempre seguí sembrando