No llores mi vida, 
 no temas mi amor, 
 que siempre te acompaño, 
 desde la eternidad. 
    Piensa en lo bella 
 que fue nuestra pasión, 
 no creas que la muerte, 
 esa llama extinguió.   
 No sufras más 
 por mi ausencia, 
 recuerda ya sin llorar, 
 las noches y días toda felicidad.