Al ritmo de tus días Al flujo de tu tiempo, vela que dominas Al vaivén que marcas, caprichosa, amor A tu calor, me arrimo
Flor de pradera: De ti necesito De tu esencia me impregné Y ahora estoy atado a ti El sulfuroso reclamo Es el deseo que por ti siento
Deseo de tus noches mientras duermes Deseo de tu latir y de tu aliento Y al abrigo de tus besos Adentrarme en camino que tras de mí se borre
Y tu bendita presencia Es la ofrenda ante el altar El agua de tu caudal Es la querencia animal
A este desbordado antojo A este musgo de la roca donde me alojo
En el panal de tus cuevas puedo ocultarme y brotar Y en tus recónditas curvas puedo poblarte y amar Desde tu tobillo moreno Al sonido de la trenza de tu largo pelo