Y tú, entre las begonias
que me alumbran el portal
de la casa guardada en mi cabeza.
Te veo semidesnuda,
manejando el ventanal
dejando fuera el frío y la cuaresma.
Sueños simples
de la juventud
que, si es de soñar,
suelen padecer.
Mujer con pelo al viento
en el atardecer,
a velocidad,
y da igual si es un corcel.
Sueños simples
de la juventud:
escaparse al mar,
a otra latitud.
Sueños simples
de la juventud:
asesinar la oscuridad,
pero amar con poca luz.
Si no llegan begonias
y nunca tengo el portal
o tengo, pero son muchos en casa.
Y te viera vestida,
cepillando el ventanal,
a mis viejos todavía no se les pasa...
Pero es que son los
sueños simples de la juventud.
Un sueño simple como tener,
ay, un carro, una casa, una buena mujer.
Sueños simples de la juventud.
Sexo, droga y rock and roll, abstinencia, salud,
y bailar al compás del son.
Sueños simples de la juventud.
Huir de la carga de la inopia
y ser irresponsable por cuenta propia.
Tener sed de miradas,
y querer tragarse al mundo en una cucharada.
