Expresemos gratitud a la vida por todo lo que nos brinda, aún en los momentos difíciles. Digamos gracias en lugar de gritar o enfadarnos.
Nos daremos cuenta que, actuando así, estaremos llenando nuestra aura de buenas y radiantes energías que nos garantizarán disposición para el trabajo y para el placer de vivir.
Dar gracias por la vida que tenemos, y la Naturaleza que nos rodea, es ampliar las posibilidades de progreso y prosperidad en todos los sentidos. La vida es acción permanente.
A veces, estamos más acostumbrados a preguntar, y siempre a preguntar. Nosotros también sabemos agradecerte. Demos gracias a Dios por los beneficios que recibimos cada día, empezando por despertarnos a un día más de vida.
Demos gracias por nuestra salud, por nuestro trabajo, por nuestra familia, por los muchos amigos que tenemos, en fin, agradezcamos siempre a nuestro Creador por el don de la vida que nos da. Despertar cada día ya es un privilegio impagable.
Que tengamos un sábado de paz, recordando que la gratitud tiene el mismo valor que la bendición. ¡Seamos agradecidos, entonces!
