Como dramaturgo de niñez feroz
Se trago un mercado de concentración.
Cuando el gran Discépolo le dio el Fangal,
Le mancho en su tabula de actor precoz,
En la casa de la calle Tucumán.
Un Stanislavsky de calzada y bar.
Le forjo una escuela de tablón barrial.
Le drenaba el chiste como visceral.
Vomito con medias hasta rebalzar.
Le pegaba de antihéroe capitán.
Negro, mitología de barrio en blanco y negro.
Negro, te eche de menos en todo este tiempo.
Lucida la cámara tomo el azar
De un chiquito reyes como en lo virtual.
Cuando abrió la puerta no toco el botón
Y encontró al maestro y a la Salomón,
Descargando a la nena en el hall
